Fin
FIN. Terminas de leer un libro, cierras las tapas, lo colocas a un lado y lo primero que intentas hacer es una conclusión, buscar un significado a los personajes, a sus acciones, a la historia, todas esas horas pasando una página tras otra, intentas un resumen, un juicio, decir si te gustó o no te gustó y por qué; y hay quien atisba marcas biográficas del autor, o una metáfora de la sociedad, un relato meramente entretenido, totalmente ajeno a la realidad, un espejo fiel del andar de la humanidad, un despliegue extraordinario del lenguaje con el poco o grande talento del escritor, incluso hay quien termina de leer un libro y de inmediato lo intenta olvidar.
Evaluar, enjuiciar, interpretar, analizar, y comprender una obra literaria es una tarea que realizamos todos los lectores a diario y que hemos hecho durante muchos siglos, sin embargo, paralela a la lectura de la literatura, a la de codificar las pequeñas, medianas o grandes obras se ha desarrollado lo que hoy se conoce como la crítica literaria, que no es más que eso mismo: el análisis, interpretación y valoración de la literatura; echemos una rápida hojeada a estas corrientes y en el siguiente número veremos algunos ejemplos de análisis literarios: el inicio oficial se registra allá en la Antigüedad Clásica con aquella primera obra de la Poética de Aristóteles, o la Epístola a los Pisonesde Horacio, seguiría Dante y su De vulgari eloquentia ya en la Edad Media; en el siglo XVIII y XIX aparecen Antonio de Capmany, y su Filosofía de la elocuencia, el Laocoonte del alemán Gotthold Ephraim Lessing, los franceses Charles Augustin Sainte-Beuve e Hippolyte Taine y su énfasis en la historia de la literatura; los españoles Menéndez y Pelayo y Menéndez Pidal, con su corriente filológica. Pero si hay un siglo rico en corrientes críticas es el XX que comienza con el Formalismo ruso de Jakobson, el New Criticism con T. S. Ellioth y Hulme, la Crítica Estilística de Vossler y Spitzer, o las Teorías Marxistas, las Sociologías literarias con Th. Adorno y W. Benjamín; el Círculo de Bajtín; por supuesto el Estructuralismo con Saussure, Lévi-Strauss, Roland Barthes y Jakobson, la Estética de la recepción de Robert Gauss y Umberto Eco; la Semiótica de Greimas, Kristeva y Eco; la crítica psicoanalítica de Freud y Jung; hasta la Deconstrucción de Jacques Derrida y Harold Bloom. Sin embargo, hay algo que todas ellas comparten y es que siempre se han movido sobre la simple o compleja estructura de Autor-Obra-Lector. Se ha pasado de la simple definición de géneros literarios, el acercamiento filológico e historiográfico, hasta el análisis del lenguaje, interpretaciones del receptor, y las intenciones del autor; una larga historia que no termina de leer a la literatura, probablemente porque siempre está abierta a cualquier época, y es que no hay lecturas absolutas, hay tantas como lectores existen, y cualquiera es válida.
Probablemente muchos lectores se pregunten cuál es la función, en el incierto caso de que sepan que existe, y al margen por supuesto de los estudiantes y académicos de la literatura, de la crítica literaria; una es dar entretenimiento a los estudiantes de literatura en las aulas ahí sentados disertando sobre cosas como el significado del yelmo de Mambrino en Don Quijote o la profundidad de los personajes de Don Carnal y Doña Cuaresma en el Libro de Buen Amor, pero también es motivo para que los académicos logren una maestría o un doctorado más, puntos para mantener una beca y continuar dando clases, colaboraciones en conferencias, simposiums y coloquios, que serán escuchados y leídos, con suerte por ellos mismos; hay un largo debate acerca de la importancia y función de la crítica literaria, lo cierto es que si los lectores son pocos para la literatura, para la crítica literaria son inexistentes; prueba fehaciente quizá de su inutilidad, sin embargo aquí están algunas de las corrientes de la crítca literaria, una mirada brevísima de su acercamiento a los textos:
En la Poética de Aristóteles que aunque no se le considera crítica literaria sino teoría literaria, Arístoteles plantea: distinción del objeto, el medio y la forma de imitar, define los géneros, que hasta la fecha de forma bastante anacrónica se siguen empleando, la epopeya, la tragedia y la comedia.
Formalismo ruso
Dividieron fábula o narración y estructura o trama narrativa indicando que sólo ésta era merecedora de un análisis literario, pues la narración sólo sostenía a la estructura.
New Criticism
Que en sí no tiene un respaldo lingüístico, sino es más bien un cuestionamiento y enfrentamiento a la crítica periodística desarrollada en Estados Unidos en las primeras décadas del siglo XX.
Crítica Estilística
Escuela alemana: recomendaba una lectura continua del texto hasta que una palabra o un verso se destacaban por una afinidad con el lector; y a partir de esa especie de entrañamiento intuitivo se podía entender la obra.
Escuela Española: intuición, dimensión psicologista, rechazo de la historia de la literatura, ausencia de juicios de valores y planteamientos lingüísticos, eran los elementos esenciales para acercarse a una obra literaria.
Sociologías Literarias
Adorno consideraba que la literatura no tenía por qué tener un contacto directo con la realidad, sin embargo consideraba que el arte permitía vislumbrar carencias y necesidades de la sociedad; Althusser, otro representante de las sociologías literarias, señalaba que la literatura no debía llegar a convertirse en un instrumento de propaganda al servicio de cualquier ideología.
Estructuralismo
Saussure, formula una serie de componentes como lengua/habla, significado/significante, sincronía/diacronía, modelo y estructura, fundamentales, no sólo para el lenguaje humano sino para el conocimiento lingüístico posterior.
Jakobson, define las funciones del lenguaje asociadas a la comunicación verbal: destacando la función poética: emotiva, referencial, conativa, fática, metalingüística. Así que cuando el autor las proyecta en un poema o en un mensaje, en éstas podemos analizar las repeticiones fónicas, morfológicas, sintácticas y semánticas.
La Estética de la Recepción
Donde se analiza el papel que desempeña el lector en la comunicación literaria, y es que un texto nunca se encuentra cerrado como sistema, sino pendiente y abierto a la capacidad reconstructora del lector.
Semiótica
Estudio del texto como un producto sígnico conformado por una serie de sistemas significantes de los que depende su sentido y dimensión estética.
Deconstrucción
Sería leer un texto sin el menor prejuicio estético, una lectura con una total libertad re-creativa, es decir, hay una pluri-significación textual. La idea es destruir esas inciertas estructuras con que el lenguaje se ha apoderado del mundo
Bibliografía: La crítica literaria del siglo XXI, Fernando Gómez Redondo, EDAF, 1996, Madrid, España.
Gabriel Feregrino
Publicado en el boletín 8 y 9 en la sección Cuarta de forros, en marzo y abril 2004 enhttp://www.alfaomega.com.mx/.