¿Se deben regalar libros en Navidad o en el día de los Santos Reyes?

“Regale un libro: es como regalar una obligación”
Gabriel Zaid, Los demasiados libros

No lo sé, los editores, libreros, editoriales, imprentas, escritores, diseñadores, redactores, formadores, distribuidores, exclamarían un rotundo sí; aunque el analfabetismo funcional en expansión diría que no; sin embargo, la Procuraduría Federal del Consumidor diría que sí, pero “con alegría y de acuerdo a nuestras posibilidades económicas”; aunque por otro lado millones de niños y niñas famélicos de barbies, Xbox, Shreks, y demás, dirían que no; Sócrates por supuesto diría que no, que escritura ni que escritura, él propondría regalar la Mayéutica con moñitos rojos, si acaso; el hombre de Neardenthal no diría nada, en primera porque no podría articular palabra, y enseguida porque no conoció ni conoce ni conocerá libro alguno, (y sí, aún existen neardenthales, mire a su alrededor). El Estado diría que sí y que no, sí por que Maquiavelo recomienda: “El príncipe también se mostrará amante de la virtud y honrará a los que se distingan en las artes” pero también diría que no, porque no sólo no estaría de acuerdo con no regalar un libro en Navidad sino que recomienda su destrucción como hizo en el bibliocausto de la reciente guerra de Irak, donde se calculan un millón de libros destruidos y dos millones de documentos del periodo otomano y republicano. Recientes investigaciones nos revelan algunas razones y sinrazones de porqué sí y del porqué no regalar un libro.

¿Por qué no se deben regalar libros en Navidad?: 1) encarece espacios en los libreros, (eso en el caso de que existan), tan necesarios para las figuras de porcelana y de cristal de Swarovski; 2) son generadores de inmensa infelicidad, desenvolver un regalo con esa ansia y gana por descubrir qué es mientras se rasga la envoltura adornada de pinitos verdes y esferitas rojas, y luego llevarse la decepción de encontrarse, mientras te gritan -¡queloabra queloabra!-, con un simple y miserable libro en las manos; 3) desabastece los almacenes de librerías y editoriales, algo que por supuesto cansa a los almacenistas; y 4) siempresiempre, será un insulto a nuestra poca, mucha o inexistente inteligencia y sensibilidad, así sea que nos regalen el mismísimo Quijote, pues nos estará señalando que aún no lo hemos leído y por lo tanto somos unos ignorantes, si es una edición cara, nos estará señalando nuestro pobre poder adquisitivo, o si es un libro sobre las enseñanzas del Dalai Lama, nos estará cuestionando nuestra poca espiritualidad y no se diga si nos regalan un libro sobre cómo ser buenos padres, por supuesto habrá que dejarle de hablar.

¿Por qué sí se deben regalar libros en Navidad?: 1) activa y genera la economía de la industria editorial; 2) permite mayores opciones para adornar mesitas de centro; 3) engrandece nuestra inversión bibliográfica, algo que siempre se agradece sobre todo cuando queremos presumir la cantidad y variedad de títulos de nuestra biblioteca; 4) nos ahorra la compra de un regalo para el próximo cumpleaños de ese sobrino intelectual que toda familia tiene; 5) nos facilita la compra del regalo, en libros no hay tallas como si fuera un suéter, no caduca como cualquier alimento, y no importan los colores a combinar de un libro con los zapatos; y 6) dicen, eso dicen, un libro puede originar un acto civilizatorio, y ayudar a desarrollar la sensibilidad, la inteligencia y el aprendizaje.

Así que, ¿quiere regalar un libro en esta Navidad o día de Santos Reyes? hágalo, total que la interpretación, asimilación y consecuencias de la lectura de éste ya no es responsabilidad de quien lo regala.

Gabriel Feregrino

Publicado en el boletín 17 en la sección Cuarta de forros, en diciembre 2004 enhttp://www.alfaomega.com.mx/